Desde la llegada, del hoy derrotado al Senado, Miguel Márquez Márquez a la gubernatura del Estado, promotor de la “Cofradía Arcoíris” fundada por Ricardo Torres Origel (q.e.p.d.), inició la expansión de “la doctrina del nuevo orden mundial en Guanajuato”, la ideología de género, matrimonios del mismo sexo, promoción de leyes proaborto e inclusión de LGTB en el Gobierno.
Al mismo tiempo que estableció un régimen de control del Congreso del Estado y del Partido Acción Nacional, instituciones alienadas y sometidas a los “proyectos progresistas” para fortalecer a “la Cofradía Arcoíris”.
El 3M separó a Acción Nacional de los pilares que dieron fortaleza al blanquiazul: Iglesia, comerciantes, tianguistas, campesinos, obreros, empresarios, taxistas, -el conservadurismo-, dando como resultado el declive del albiazul en la entidad.
A pesar de ello, Guanajuato continuaba siendo el bastión azul, la esperanza de la dirigencia nacional desde el bajío para impulsar a un líder con posibilidades de llegar a la Presidencia de la República, tomando en cuenta su fortaleza en principios y valores.
Pero el fallido programa de seguridad de Márquez que costo al erario estatal más de 2,700 millones de pesos y la “exportación hidalguense” de funcionarios a su gabinete marcaron el sexenio del 3M de mediocre, sin planeación eficiente, egocéntrico, acabando con sus buenos gobiernos.
La “hermandad arcoíris” comenzó a debilitar las estructuras del PAN -sus principios y su doctrina-, desde el Congreso y desde el gobierno se promovió la equidad de género, los matrimonios igualitarios del mismo sexo y la construcción de una dependencia dirigida y manejada por colectivos LGBT.
Miguel Márquez impulsó a Diego Sinhue Ramírez Vallejo como su predecesor para dar continuidad a “la Cofradía Arcoíris”, la expansión de los programas del “nuevo orden mundial” establecidos por la ONU y el grupo Sao Paulo.
Mediante decreto publicado el 28 de septiembre de 2018 se nombra como jefe de gabinete a Juan Carlos Alcántara Montoya, quien asume funciones de gobernador y, al mismo tiempo, es el “pastor de la hermandad”.
Desde la oficina del jefe de gabinete se pone en marcha la renovación del panismo, la promoción de leyes de inclusión para que sean aprobadas por el Congreso pastoreado por Luis Ernesto Ayala Torres; al mismo tiempo la Secretaria de Gobierno, Libia Dennise García Muñoz Ledo, asume el mandato nacional de los matrimonios igualitarios con la intención de evitar demandas, pero sobre todo para facilitar ¡la unión de personas del mismo sexo de manera ágil!
El presidente del Comité Directivo Estatal, Eduardo López Mares, atiende las órdenes del jefe de gabinete, “integrando” al panismo a miembros del colectivo LGBT, igual que los hace también la alcaldesa Alejandra Gutiérrez Campos.
Al mismo tiempo, desde la jefatura de gabinete se dan los nombramientos, sin participación democrática de los panistas, a los dirigentes de los comités municipales, los candidatos a las diputaciones, alcaldías, síndicos, regidores, debilitando y avasallando a la militancia panista, así como a los principios de democracia, dignidad de las personas, principios y valores del blanquiazul.
La rebeldía de los panistas era castigada, mientras que su sometimiento era premiado con cargos de elección; así se constata en las elecciones de 2021 y, para 2024, se genera un conato de rebeldía, lo que genera el regreso del 3M quien, en busca de mantener el poder, busca una curul en el senado de la República, pero es derrotado por el ex panista, hoy morenista redimido de toda culpa, Ricardo Sheffield Padilla.
Así es como se llega y se dan nombramientos, siempre avalados por el jefe de gabinete, de los candidatos para el congreso estatal de 2024, muchos de los cuales, sin arraigo panista, sin principios, ni doctrina, lo que da en consecuencia las derrotas en las urnas de los panistas en las elecciones del 2 de junio de 2024 y que generará un Congreso Estatal débil y, por lo tanto, sometidos a los designios del Morena.
En campaña, Libia transita entre la vanidad, la gloria y la soberbia; se desprende de la candidata a la Presidencia Xóchitl Gálvez, lo que se reflejó en las urnas. Cada quien hizo su programa de campaña -sobre todo el 3M-, alejado de la nacional, de ahí la derrota desastrosa de una candidata que tenía como propuesta fortalecer: vida, verdad, libertad. Sin duda que Marko Cortés, Lalito y su jefe de gabinete han fallado a los panistas y a los ciudadanos al negarles el derecho a la democracia, a elegir a sus representantes.
Es indudable que el panorama nacional es desolador para los conservadores que no tienen una institución política que cumpla con los principios y valores de esta comunidad social y, esto se debe a la incursión de programas y funcionarios de exportación a Guanajuato, que han debilitado al panismo al grado de la “agonía de la derechita azul” en México y en Guanajuato.
El panismo nacional y estatal, dado su divorcio con los ciudadanos, se encuentra en agonía, la 4T tiene el control de la Cámara de Diputados, Senadores federal y el Congreso de Guanajuato; Libia tendrá que gobernar al son que le toque Morena, por lo tanto, será una administración estatal que no tendrá el apoyo de la federación, ni del congreso local, y el PAN Nacional -como tercera fuerza política en el Congreso federal- será marginada en todas sus propuestas. El País está en manos de la 4T y tendrán que pasar 12 o 18 años para revertir el sistema dictatorial que los ciudadanos han elegido ante la falta de una dirigencia panista que abandonó a los ciudadanos, pero también a sus valores y principios democráticos que le dieron vida.