En lo nacional, los dirigentes panistas son conscientes que requieren de renovación o continuará el hedor a naftalina de un partido decrepito que ha perdido sus principios y valores; en Guanajuato mantiene la tendencia del cambio mediante la propuesta de una dirigencia binaria establecida en la “Cofradía Arcoíris”.

 

No se trata de un “nuevo comienzo” para mejor, sino para consolidar el poder del “Charly” y la “Hermandad arcoíris”, incrementado sus brazos al Comité Directivo Estatal, existente con Lalo López Mares, pero será mayor con Aldo Iván Márquez Becerra.

 

Todo acuerdo, disposición o acción, a seguir en el blanquiazul o en el gobierno de estado, se darán desde “la intimidad de la cofradía”.

 

La “renovación” del PAN para fortalecer una propuesta transformadora con propuesta social que atraiga a los ciudadanos se ha quedado en una dirigencia nacional con olor a naftalina; en Guanajuato ni siquiera han tomado conciencia de la gravedad de los resultados electorales del 2 de julio de 2024 y continúan “embriagados de poder”, no se han dado cuenta que están ligados al poder federal que seguirá en manos de AMLO, quien no perdona el haber sido rechazado en 2018.

 

Reflexionemos; la administración estatal guanajuatense continuará siendo castigada por la federación en el reparto presupuestal, no contará con margen de maniobra que le permita elaborar obra pública suficiente para continuar consolidando la vocación del estado como destino de inversión internacional.

 

No se contará con programas para ofrecer el mínimo necesario de crecimiento, como la dotación de agua, energía, vialidades eficientes que permitan el traslado de mercancías, insumos o productos terminados.

 

La dirigencia estatal guanajuatense ni siquiera establece, dentro de sus propuestas, una competencia democrática mínima para la designación de sus dirigentes, por lo tanto, los ciudadanos no cuentan con una alternativa participativa, acorde a sus intereses, sino que están ligadas a la “hermandad”.

 

El crecimiento de la “cofradía arcoíris” se puede entender a partir de la generación de los millennial que han recibido a través de los medios de comunicación suficiente promoción para aumentar acorde a los nuevos tiempos promovidos desde la ONU, el Grupo Sao Paulo y Grupo Puebla.

 

Esto permite suponer que el “panismo arcoíris” que dirigirá el Comité Directivo Estatal de Guanajuato representará a 227 mil personas con tendencias diferentes -estadística de INEGI- y dejará de representar a los guanajuatenses que buscan la igualdad de toda persona frente a la ley.

 

De paso sea dicho, serán más que los 16,288 panistas que actualmente tiene Acción Nacional en su “padrón estatal”, pero que en las pasadas elecciones no participaron en la promoción del voto, ni en el cuidado de las 170 mil 858 casillas. Se afirma que el 60% de las casillas no fueron custodiadas por panistas

 

Así las cosas, el “nuevo comienzo” del “panismo arcoíris” en Guanajuato estará fuertemente amarrado y atado entre dos instituciones, el gobierno del estado y el blanquiazul, con acuerdos establecidos por dos personas desde “la intimidad” y no desde una democracia participativa; por cierto el exdirigente nacional del PAN Luis Felipe Bravo Mena permitió las “designaciones de unidad”, que dio pie a la exterminación de la democracia accedió a la infiltración de la “hermandad” al blanquiazul.

Widget is loading comments...
No 521 No. 521
SIRVIENDO A LA SOCIEDAD

© 2023 Design by Inmersion Creativa

  •  

SIRVIENDO A LA SOCIEDAD