Rodrigo Guerra López inaugura el Congreso de Filosofía Cristiana en Paraguay, reflexionando sobre el legado y el futuro del pensamiento cristiano en la región
El pasado 8 de octubre de 2025, la Universidad Católica “Nuestra Señora de la Asunción” en Asunción, Paraguay, fue sede del Congreso Internacional de Filosofía “Aportes a las Culturas: Filosofía, Cristianismo y América Latina”, organizado en colaboración con la Organización de Universidades Católicas de América Latina y el Caribe (ODUCAL). El evento, que se extendió hasta el 10 de octubre, reunió a destacados académicos, filósofos y teólogos de la región para reflexionar sobre el papel de la filosofía cristiana en el contexto latinoamericano.
La conferencia inaugural: un llamado a la reflexión y la acción
El Dr. Rodrigo Guerra López, reconocido filósofo y Secretario de la Pontificia Comisión para América Latina, fue el encargado de inaugurar el congreso con una conferencia titulada “La filosofía cristiana en América Latina: identidad y desafíos”. En su exposición, Guerra López compartió su experiencia personal y académica, destacando la importancia de repensar cómo la filosofía y la fe cristiana pueden contribuir a las culturas latinoamericanas, y cómo la región puede, a su vez, enriquecer el pensamiento cristiano universal.
Guerra López recordó los congresos mundiales de filosofía cristiana celebrados en décadas pasadas, especialmente los realizados en Monterrey (1986), Quito (1989) y Lima (1992), donde participaron figuras como Venant Cauchy, Octavio Nicolás Derisi, Evandro Agazzi y Julio Terán Dutari SJ. Estos encuentros, según el filósofo, marcaron un hito en la reflexión sobre la identidad y el rol de la filosofía cristiana en el continente, aunque con el tiempo su continuidad decayó.
América Latina como horizonte epistémico
Uno de los ejes centrales de la conferencia fue la idea de América Latina como un “horizonte epistémico particular”. Guerra López subrayó que, aunque la filosofía cristiana es universal por naturaleza, su expresión en América Latina adquiere un acento propio, moldeado por la historia, la cultura y las realidades sociales de la región. “La filosofía cristiana en América Latina no es una mera adaptación de lo europeo, sino una voz que enlaza los centros de pensamiento con la lucidez y creatividad de las periferias”, afirmó.
El filósofo también abordó la tensión entre lo universal y lo particular, destacando que la región, al ser una “periferia” cultural, no debe ser vista como un espacio de déficit, sino como un “laboratorio de sentido” que interpela a los centros hegemónicos. En este contexto, la filosofía cristiana latinoamericana se nutre de múltiples fuentes: la tradición escolástica, el personalismo europeo, pero también de narrativas orales, símbolos comunitarios y expresiones artísticas populares.
El legado de Francisco y el Documento de Aparecida
Guerra López hizo referencia al magisterio del Papa Francisco y al Documento de Aparecida (2007), del cual el Pontífice fue relator principal. Según el filósofo, este documento refleja una filosofía cristiana encarnada, que articula la universalidad de la verdad revelada desde la vida concreta de los pueblos latinoamericanos. «Francisco ha mostrado cómo la periferia puede enriquecer al centro, ofreciendo categorías y experiencias que iluminan no solo a América Latina, sino a la Iglesia y al mundo entero», señaló.
Un llamado a la unidad en la diversidad
En su conclusión, Guerra López invitó a los participantes a reflexionar sobre cómo la filosofía cristiana en América Latina puede ser un puente entre lo universal y lo particular, sin caer en uniformismos ni aislamientos. “La verdad no se agota en una sola expresión cultural; su riqueza se manifiesta en la pluriformidad de sus formas históricas”, afirmó.
El Congreso Internacional de Filosofía en Asunción se presenta, así como un espacio clave para revitalizar el diálogo entre fe, razón y cultura en América Latina, reafirmando el compromiso de las universidades católicas con la búsqueda de la verdad y la promoción de un humanismo integral.